El "Grooming" o delito del Ciberacoso Sexual Infantil

"No hables en la calle con desconocidos", "No aceptes caramelos de personas que no conozcas", "No te subas al auto de un extraño". Durante generaciones, los padres han advertido a sus hijos sobre los peligros de entablar una relación con un "desconocido" al estar fuera del hogar. Hoy sin embargo, la Internet abre la puerta de nuestra casa, de nuestro hogar a innumerables personas en el mundo; algunos de ellos, posibles pederastas que se encubren en el supuesto anonimato que proporciona la red de redes.

Las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicaciones y el acoso sexual de menores

Las nuevas tecnologías de información y comunicaciones (la Internet, las cámaras digitales, los scanners, los celulares con cámaras, las conexiones inalámbricas, los programas free share, entre otros) han dado pie a delitos antes nunca vistos, con modalidades y formas de actuar totalmente disímiles de los ya conocidos.
Un delito cibernético que actualmente afecta a cientos de miles de personas en todo el mundo, especialmente niñas, niños y adolescentes, quienes son sus principales víctimas, es el llamado "grooming" o delito de acoso sexual a menores vía Internet o "ciber-acoso". El nuevo tipo de pederasta, abusador sexual infantil, busca a sus víctimas por la Internet, las ubica, se pone en contacto con ellas, se gana su confianza y finalmente consuma su abuso.
A día de hoy, no existen datos de los alcances ni la magnitud del delito de grooming ya que, además de ser un fenómeno relativamente nuevo, tanto las víctimas como sus padres son reticentes a presentar denuncias.

¿En qué consiste el grooming y dónde se da?

El grooming consiste en el acoso sexual progresivo a un menor de edad por parte de un adulto, quien para acercarse a su víctima se hace pasar por niño o niña. Su búsqueda empieza en los espacios públicos de Internet, hurgando en perfiles personales de menores de edad y en los salones de chats privados donde acuden niños, niñas y adolescentes.
Los pedófilos y pederastas utilizan herramientas tales como perfiles públicos creados en ORKUT , FaceBook , Hi5 , MySapce , para hurgar entre aquellos que hayan sido creados por menores de edad y en los que se hayan colocado fotos y datos personales de contacto. Con ello, el agresor logra conseguir información suficiente de su víctima.
Una vez que la probable víctima es escogida, el pederasta toma contacto con ella, iniciando una comunicación personal por mensajería privada (enviándole un mail personal) o, en el caso del chat o messenger, invitándolo a ingresar a una "charla privada" (salón interno).
Tras obtener la confianza del o la menor, llega el flirteo, y de forma astuta y sigilosa va introduciendo temas sexuales en las conversaciones, lo que le permite llamar la atención de su víctima. A ello le sigue el envío de material pornográfico y las conversaciones sobre sexo explícito. En este punto, el agresor convence a su víctima para que muestre parte de su cuerpo o sus genitales frente a una cámara Web, grabando dichas imágenes y utilizándolas luego para obligar a su víctima a seguir posando, inclusive obligándola a un encuentro cara a cara, circunstancias en las que casi siempre termina abusando sexualmente del o la menor.
Los agresores sexuales, una vez obtenido las imágenes o grabado las charlas sobre sexo con los menores de edad, amenazan a sus víctimas, diciéndoles que si no hacen todo lo que ellos pidan, las fotos, videos o charlas obtenidas, donde el o la menor se exponen, les serán enviadas a sus padres, a sus profesores, a sus contactos o publicadas en la Internet.
Con ello, casi en todos los casos, consiguen que el o la menor guarde silencio, no comunique lo ocurrido y siga siendo víctima.

Una falta de cultura de la autoprotección

Es preciso señalar la falta de cultura de autoprotección por parte de los menores de edad y de sus padres ante los peligros que trae consigo la Internet. Al parecer, aún no existe una real conciencia de los riesgos a los que está expuesta una persona, más aún un niño o niña, cuando navega en la Internet.
Cabe señalar que, en este medio virtual no sólo se dan estafas ni robos vía electrónica, sino que también se gestan delitos mucho más graves, que implican la salud y la seguridad de nuestros seres queridos.
El primer filtro empieza con los padres: los nuevos caramelos envenenados viajan por la Internet.

Algunas cifras que sustentan nuestra creciente preocupación

  • El 14,5% de los menores ha concertado una cita por la Internet con un desconocido.
  • El 10% fue sólo al encuentro.
  • El 7%, además, no avisó a nadie antes de ir.
  • Un 44% de los menores que navegan por la Internet se ha sentido acosado/a sexualmente en alguna ocasión.
  • Un 30% ha facilitado su número de teléfono y el 17% afirma haberlo hecho en más de una ocasión.
  • El 16% ha facilitado su dirección física en una ocasión y el 9% en más de una.

¿Cómo evitar que su hij@ sea víctima del "grooming"?

  1. Involúcrese y aprenda a manejar las nuevas tecnologías. Ello le ayudará a saber qué hace su hijo cuando está conectado a la Internet y los posibles riesgos a los que se enfrenta.
  2. Enseñe a su hijo a ignorar el correo basura o "spam" y a no abrir archivos que procedan de personas que no conozca personalmente o sean de su confianza. Explíquele que existen programas capaces de descifrar nuestras claves de acceso al correo electrónico.
  3. Sitúe la computadora de la casa en una habitación de uso común, donde pueda tenerlo controlado. Evite, en lo posible, colocarlo en el dormitorio de sus hijos.
  4. No instale una cámara Web en la computadora. O si lo hace, procure restringir su uso por menores de edad mediante una clave de seguridad que sólo usted conozca.
  5. Hable con su hijo sobre qué hace cuando navega por la Internet: trate de saber qué páginas visita, con quién habla y sobre qué. Gánese su confianza.
  6. Insístale en que no debe revelar datos personales a gente que haya conocido a través de salones de chats, Messenger , MySpace, Hi5 , etc… Y pregúntele periódicamente por los contactos que va agregando a su cuenta de Messenger u otro tipo de mensajería instantánea. ¿Quiénes son? ¿Dónde los ha conocido?
  7. Explíquele que nunca ha de mandar fotos ni vídeos suyos ni de sus amigos a desconocidos. Indíquele que recomendable que no coloque imágenes personales suyas en perfiles públicos, pues pueden ser mal utilizadas por terceros.
  8. Háblele francamente de los riesgos existentes en la Internet. Que sea un mundo virtual no quiere decir que no pueda acabar afectándole. Con apagar la computadora a veces no es suficiente.
  9. Si nota que su hijo se comporta de forma extraña –le nota ausente, preocupado, pasa muchas horas conectado–, su hij@ puede estar en peligro. Póngase en contacto con expertos para que le asesoren.
  10. Si siente que su hij@ está siendo víctima de grooming , contactese inmediatamente con nosotros (red@red.org.pe). O diríjase a la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología al (01) 431-8908.

Debe tener presente que si alguien acosa a su hij@, puede estar también acosando a otros menores. Protéjase y proteja a sus seres queridos: navegue de forma responsable.

Dimitri N. Senmache Artola
Presidente
Red Peruana contra la Pornografía Infantil
Consultor especialista en ESCI y Pornografía Infantil